Yace la colina pluriforme
bajo el rayo celoso del sol.
Un río de tormentas y nada más,
la atraviesa,
como a una garganta seca
y decora sus partes
más feas.
Una voz se marcha
al grito de un: "Hasta mañana".
Pareciera que el cielo cae al río,
buscando complacerse.
Las sábanas están frías,
agradables para mis pies.
Los gatos se conquistan en el techo.
Mañana llueve cenizas.