lunes

No por nada esos mares
en sus ojos.
No por nada esa pesadez
en su abrazo.
Pedacito de mi
ese fragmento único pétalo
madera fogón adentro.
Desde arriba,
pequeño continente nuestro,
tierra fraterna,
nieve,
azul
y rojo.
Autor/a desconocido/a

martes

En el medio.

En el medio
de la razón
un pecho
un pétalo.

En el medio.

En el medio
del pecho
de la desazón
un pájaro
dormido
abrigo
amigo.

En el medio.

En el medio
de la razón
del domingo
un techo
raído
huido
carcomido.

En el medio.

En el medio
del mundo
moribundo
ajeno
pasa
pasajero
el sol.

En el medio.

En el medio
del moribundo
pesa
ajeno
el mundo
se hace
viejo
su sol.

En el miedo.

En el miedo
del mundo
pasa
ajeno
el moribundo
pesa
ronca
su voz.

En el miedo.

En el miedo
perdimos
se fueron
caímos
deshojados
desarmados
el pecho
la razón.

En el miedo.

En el miedo
se fueron
sentimos
volvimos
al pájaro
al pétalo
al corazón.

Autor/a desconocido/a

martes

Película muda.
Los gritos duelen más que ayer.
Las palabras cortan el aire
y se aplastan
contra el pecho barco hundido.
Desde la ventanilla besos y abrazos
que no dejan ir.
Estaqueados en la vereda,
tragan amargos sabores
y lágrimas como juntadas de una gotera
del techo que debió repararse hace días.
No aprendimos a callar,
y el precio a pagar es más alto
que cualquier boleto a larga distancia.
Pero tampoco aprendimos
cómo se hace para vivir
con la duda hecha piedra en la garganta,
con una estampida de criaturas feroces,
ensañadas con destruirlo todo dentro del estómago,
con las manos vacías,
las cataratas de las noches sin noche
y las tardes de despedidas.
Carla Kogelman