domingo

Inmediatamente
surgieron las más comunes
de las comparaciones.
Y el cielo
deja de diferenciarse del mar
en el momento oportuno,
en la salida del caracol,
en el lunar más escondido
o en el capricho de una voz.
Como quien juega con las palabras
adivinando sus misterios,
junto con toda la espesura
de su niebla sin lluvia,
se queda quieta
se queda callada
se queda con la duda
se queda sin canción.

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