lunes

Y ella está tan distinta.
Pareciera que como a moscas
se comen los sapos
todos los días sin vernos,
porque cada uno pasa,
más rápido
pero más cargado,
dejándonos atrás
junto con su risa,
sus contestaciones
y juegos,
su pelo suelto
y tan noche,
y sus sacos de lana.
Como a un pozo
van a parar los meses,
que estiran la distancia
y acortan las palabras,
como también
ahogan otras,
enterrándolas
en la boca de algún mar.

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