jueves

¿Cómo puede
impregnarse tanto,
enroscarse
cual víbora siniestra
en el cuello ya mordido,
en los brazos
y las manos,
en la cara toda;
arroparse en el cuerpo,
en la oscuridad,
recorrer la habitación,
escribir sobre cielos,
puentes y mares
en las sábanas,
canciones nunca escuchadas;
volver a arrugarse
para esconderse
en cada hueco
que deja mi cuerpo;
ahí,
siempre viajando
paseando por todos lados
y al mismo tiempo
guardándose en cada rincón,
en las cosas,
en los libros,
en las manos,
en la memoria...
Cómo puede
impregnarse tanto,
dejarse caer,
tararear esa canción
por ahí
bien bajito,
volver a escribir
las sábanas,
acurrucarse de nuevo
en otro huequito,
dejarse caer,
para subir otra vez
y volver a llenarlo todo,
un perfume?

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